miércoles, 16 de septiembre de 2009

septiembre (12 ava parte)






Septiembre.


El mes de septiembre tiene para mí algo particularmente hermoso, me siento renacer, más vitalizada , aunque no beba ningún elixir, es la estación misma el tónico de la vida. Los colores, el cielo diáfano, las promesas de lo que vendrá .Es verdad que también algunas lluvias, a las cuales recibo mejor que en otras época del año, pensando que limpia y purifica para el renacer de todo.Las sensaciones son siempre las mismas, las percibo caminando por las algunas calles en las que se abren los pétalos perfumados que tanto añoró Baldomero, los colores confluyen en explosiones de vida, calidez, amor, porvenir. Mirando y oliendo el paisajismo de Buenos Aires, no me puedo sustraer de las formas y movimientos que Botticcelli pintó. Tuve la fortuna de estar frente a La Primavera del gran maestro en Florencia en la Galería Degli Uffizi, en aquel viaje, junto a Juan, verdadera luna de miel para mí y por siempre inolvidable. Cada año al empezar este renacer me imagino yo misma portadora del espíritu de Venus, danzando en medio de Apolo, Afrodita y el mismo Céfiro, me dejo llevar por estas imágenes, las dejo entrar en mí , las disfuto y luego regreso a mis pensamientos más reales.La reunión comenzó tarde. Eran las siete y media cuando el minigrupo ENTRE2 hizo apertura. Hele y Myrhiam ya estaban hablando muy entretenidas cuando llegué.- Hola ( dije mientras me acerqué para besarlas)- ¿Cómo estás? (dijo Myrhiam mientras cambiaba de lugar una bolsa que por los ruidos que venían de su interior daba señales de botellitas chocadoras )- Bien ¿Ustedes? Vos de compras por lo que veo ( le dije a Myrhiam con dedo índice de mi mano derecha sobre la bolsa)- ¡Ah sí hice una compritas! ( lo dijo medio enigmática)- Bueno chicas saben que en esta reunión Donna está ausente con aviso, hoy a compaña a Magali para un monitoreo, pensamos que es el último.( Dijo Hele)- Ah ( agregué en tanto Merin e Ingrid hacían su aparición). Tienen media falta- Qué pasa ¿Annabella está con el arquetipo del bufón?- Hablame a mí Ingrid, yo te contesto, hoy saqué a pasear mi parte jodona.- Mirá ¿ Y a qué se debe?- Estoy contenta, me pidieron tres mil camisolas para Colombia, específicamente para Bogotá y para la Península de la Guajira, que me dijeron es un lugar de ensueño, creo que hay posibilidades de que muy pronto haga un viaje y conozca por donde anda mi producción- Vos querés ver qué onda los venezolanos ( dijo Myrhiam riéndose)Simplemente le hice un gestito y bebí con el beneplácito de Hele un poco de su gaseosa.Helena nos había traído un artículo del diario que hablaba sobre la importancia de comer rabanito, cuando lo enunció pensé que se trataba de una broma y que había decidido competir con mi bufón, pero no, colocó sus lentes, se acomodó y comenzó a leer sus bondades, después de presentarlo como un tubérculo de color rojo, blanco por dentro, con olor fuerte y sabor picante, observé a las chicas entre absortas y un poco molestas, yo sabía que mi protección era irme hacia la estratosfera, pero no quería hacerlo tan visible, además en esa oportunidad registré claramente una voluntad de volarme…- Algunas de sus bondades medicinales, es la de proteger la vesícula biliar.- Por otro lado es antiséptico, expectorante, diurético y excelente reconstituyente. En enjuagues bucales ayuda a desinfectar las encíasDebía pedir turno con Joaquín Arata mi dentista, no lo iba a dejar pasar más debí consultarlo aunque hubiera riesgo de encontrarme con Juan. Cada vez que bebo algo frío me duele y tarda un rato largo en desaparecer esa sensación. Conocí a Joaquín a través de la hermana de Juan quien se atendió con él desde niña y es uno de los profesionales que más extraña desde que vive en Málaga. Cuando lo nuestro comenzó se transformó en nuestro dentista y yo nunca estuve dispuesta a perderlo.- y además facilita el descanso.Nunca hubiera pensado que el rabanito ayuda a descansar, me sonreí y pequé- ¿Estás aquí, con nosotras?- ¿Qué pasa, la extrañan a Donna?- Fijate, vos que vas a viajar, en Oriente es más frecuente servir esta hortaliza cocinada, porque su sabor se suaviza.- ¡Ah reinteresante!Lo dije burlonamente y se notó, pensé que Donna había zafado de semejante clase de horticultura alimenticia y recordé que cuando quise investigar con Virginia sobre Bonsai la computadora se colgó en dos ocasiones, debía llamar a Fabio para que le hiciera una revisación, me había demorado un poco porque sabía por sus palabras que mi amigo Vega estaba pasando un momento difícil en su trabajo- El trabajo nocturno me tiene cansado, vivo agotado, la relación con mi mujer y mi hijo se da más en los fines de semana, no me siento bien, pierdo mucho cada día. Ellos también lo sufren, cuando empecé en este trabajo era alguna que otra guardia, desde que estoy en la jefatura, casi todos los días estoy nocturno, más ahora que trabajan con el horario de Taiwán. Estoy harto, no quiero más estrés ni vivir al revés.- ¿Así que reinteresante?( dijo Hele).- Bueno, no tanto pero te prometo que de tanto en tanto voy a comer algún rabanito, es más hago un jugo de rabanitos con la procesadora, lo diluyo un poco , le pongo unas gotas de terma y brindo a tu salud Helena.- Graciosa, jocosa y mocosa.- Me gusta cuando te enojás y me hablás rimando.En ese momento, cuando el reloj ya marcaba las ocho y media se acercó Felipe con un ramo de flores y comenzó a repartir. - ¡Señoras Feliz Primavera! ( y señaló a Hele, quien a su vez se levantó y le entregó a nuestro camarieri speciali un hermoso clavel rojo.

El veinticinco de septiembre se produjo el parto tan esperado. Fue a las 13:10 Donna me llamó desde la salita de espera contigua a la sala de parto algunos minutos antes, una comitiva la acompañaba, la noté tranquila, Fernando había entrado con Magali y Donna estaba con Mauricio y Nicolás, Juan Pablo estaba regresando de Bahía Blanca e iría directamente al sanatorio, justo al despedirnos llegaban los abuelos paternos de Oriana , a esa altura ya la chica tenía un nombre, los padres se habían decidido por el oro latino en vez del hebreo. Tanto nos habían hablado de esos dos nombres Hele Y Merin que llegamos a la conclusión de que la elección se inclinó por la dorada princesa, que seguramente también incluía la alegría del padre.
Septiembre llegaba a su fin en tanto comenzaba a desplegarse la vida de la pequeña Oriana que iniciaba su andar en medio de las alegrías y los miedos de sus padres jóvenes e inexpertos. Nuevas producciones de mis pequeñas grandes obras también empezaban a circular, apenas terminadas y embaladas emprendían senderos nunca caminados por mí para vestir a mujeres desconocidas que habitaban lejos en medio de culturas y lenguas distintas. (Recordé el cuento donde Alina Reyes se conecta con la harapienta de Budapest, ¿Una mujer que podría ser al mismo tiempo otra que está lejos ? Entonces pensé en las necesidades, deseos, ilusiones, esperanzas y sentimientos compartidos por todas las que confluyen en un enorme gineceo, todas, que a pesar de las distancias se parecen. ¿Una mujer es otra? ¿Les pasan las mismas cosas más allá de las vidas que cada una lleve?Cortázar y su maravillosa “Lejana”, vinieron a mi memoria. Muchas veces me siento desdoblada, temo por mí , por mi ser, por mi integridad, no quiero que se me escape una parte de mí y desconocerme… lucho para que otras no me habiten, es por eso que vienen los recuerdos, me cuelgo con mis pensamientos, me afirmo en mi línea de vida , me digo todo el tiempo quien soy, qué viví, cómo viví, eso me tranquiliza , me saca de la angusiosa y terrorífica inquietud.Muchas veces me sorprendí "in fraganti", como diría Donna, mirando los taillers o las camisas, pensaba cuál sería su destino, qué armarios los cobijarían, qué fragancia los envolverían, qué piel cubrirían? He descubierto en mí cierta incitación a imaginar las manos impacientes de algún hombre abriendo las cremalleras o liberando los botones que como celosos guardianes suelen proteger las partes más íntimas y deseadas ¡Cuántas veces percibí las manos de Juan, ansiosas y apasionadas en los momentos previos al amor intensamente vivido y gozado por nuestros cuerpos.

OCTUBRE



Octubre comenzó pleno de colorido, mis despertares tenían el ritmo de La Betania, que con “Ronda” , “Negue” y “Onde estará o meu amor” me colmaba de alegría en medio de una nostalgia energizante. Recordé las mañanas que nacían angustiosas, con noticias mortificantes, no estimulantes para emprender las obligaciones cotidianas. Con la voz de María me sentía mejor, era como andar por playas amplias con un mar azul, hermoso y rugiente, y así, más segura, más fuerte dejaba mi cama, mi casa y salía al mundo para conquistarlo.
Caminaba por Olleros. Es una calle, bonita con farolas elegantes y maceteros plenos de los verdores vivos que me gusta tanto contemplar. La primavera se presentaba ese día con el esplendor de un día diáfano, temperatura agradable, por momentos calurosa Me detuve un momento y me senté, era imprescindible que anotara la dirección que me habían dado hacía unos instantes, resonaban las palabras de Donna que me insiste en que debo abandonar esos atisbos omnipotentes de guardar todo en mi memoria.Vi pasar los autos y recordé que Tony tendría listo mi auto a las cinco con lo cual pensé que debía hacer tiempo. La heladería de la esquina de Soldado de la Independencia sirve un buen café, así que me encaminé hacia ella.Los diarios del día y el delicioso café me acompañaron un buen rato. Nada hacía presagiar un encadenamiento de situaciones que marcarían esa tarde de un modo peculiar. Leía, cómoda, concentrada, al dar vuelta la hoja del diario se volcó la tacita con las últimas gotas que aún contenía, tomé una servilleta de papel y comencé a secar en tanto levantaba descuidadamente mi vista y fue en ese preciso instante que los vi, mi mano se detuvo, mi corazón también , como un golpe algo me invadió, sentí que el aire no me alcanzaba, me sentí apretujar en la silla, deseo imperioso de fundirme, empequeñecerme, reducirme, ser una Alicia que se vuelve miniatura y no ser vista , simular, mimetizarme, no estar allí, lograr una especie de evaporación acelerada que pudiera sacarme de ese lugar.Volví a mí, parpadeé, dejé la servilleta y los miré, los tenía tan cerca de mí. Eran vistos pero no me veían, rogué que todo siguiera así. En tanto hablaban y decidían mostraban un poco su perfil y por momentos sus espaldas, ahí estaba Juan con su jeans informal, una camisa de color crudo con ligeras rayas azules y una campera de buen corte, asomó levemente un pañuelo en su cuello que creí reconocer. Juan siempre se mostró con su ropa como un hombre actualizado, prolijo, con estilo muy propio, llamativo pero sin extravagancias, recordé nuestras discusiones cuando le proponía colores nuevos, fuera de sus clásicos de siempre: azul, rojo y blanco. Pasaron por mi cabeza los disgustos que tuvimos una tarde cuando Juan decidió cambiar una camisa lila que yo le había regalado. Las dimensiones que tomó el mal momento sirvió para que ambos aprendiéramos a respetar nuestras individualidades, capitalizamos una serie de cuestiones que nos llevaron a un mejor funcionamiento.Pero lo cierto es que los vi, parados comprando un enorme helado, que el hombre, mi hombre, el que había sido mío, le daba al niño, quien más inquieto, y haciendo un vaivén con su cuerpo me mostró fugazmente su rostro.Juan pagó y comenzaban a irse. Se detuvieron. Me di cuenta de que sólo era mi deseo que se alejaran, ellos tenían otros planes Juan se había ido hacía tiempo de mi vida, pero en esta ocasión había decidido sentarse y saborear un café que presuroso le acercó otro de los mozos. Juan quedó posicionado a dos mesas de distancia, de espaldas a mí, el pequeño me ofrecía un paisaje de flequillo dorado movedizo y abundante y dos manitas gordas que sostenían dificultosamente un cucurucho gigante. Me gustó mirarlo, me percibí como una voyerista, sentía que en esa escena estaban los seres cruciales de mi vida, pero al mismo tiempo la sentí como una escena vedada, como si perteneciera a otros, como si fuera una ladrona que roba algo que no le pertenece. Pero Juan me pertenece, claro, el otro, el Juan del ayer, no éste.Sólo bastaron unos segundos e imprevistamente Juan se incorporó, giró en tanto lo escuché decir “querés una servilleta”, sin esperar respuesta se dirigió a la mesa que había quedado libre entre nosotros y fue justo en ese instante que nuestros ojos se encontraron. Sonreí levemente, sentí el apretón de mis labios y el estiramiento de mis fosas nasales- ¡Annabella!- Hola Juan- Hola, ¿cómo estás? Volvió a girar y dijo- Vení (mientras se acercó a buscarlo) - Te quiero presentar a una amiga, Annabella, él es Juan Martín..Juancho- Hola ¿cómo estás?Hizo un ligero gesto con la cabeza sin dejar de comer el helado que le daba color blanquecino a sus cachetes, nariz y remera- Cómo van las cosas, el trabajo- Bien estoy desde hace unos meses trabajando prendas de cuero, parece que es un mercado que puede abrirse para mí, pero tuve que aprender bastantes cosas nuevas. Sentate, siéntense.Mientras se sentaron nos miramos, confirmé que el pañuelo que traía puesto era aquel que le había regalado Donna en un cumpleaños, creo al segundo año de nuestra convivencia y que al recibirlo Juan le había dicho, los dos te lo agradecemos porque seguro que tu amiga también lo va a usar. Estuvo en lo cierto, muchas veces que eché mano en el cajón de los accesorios su color me combinaba y bueno … el pañuelo era de los dos, como tantas cosas- Me pone contento esto que me contás sé lo dedicada que sos, te va a ir bien. Andá midiendo los pasos no te pongas impulsiva (Volví a mí, volví a él , a escucharlo Juan me hablaba como si nos hubiéramos visto el día anterior)- No, ya sé, me cuido (sonreí) voy manejando la inversión.Ese Juan que aparecía era el que tantas veces me estimuló en mis nuevos emprendimientos, me daba fuerza, seguridad, estaba apoyándome y aconsejándome.- ¿Y vos?- Bien con viajes a Colombia y a Costa Rica, más o menos en la frecuencia de siempre, pero voy a tener que hacer cambios.No atinó a seguir- Ah- Bueno, vamos Juanchi, mami ya debe estar lista . Saludá a Annabella, dale un beso- Un beso frío papáMe sentí estremecer, me sentí morir, robada. Esas palabras eran nuestras y ahora …- Sí dale un beso- Frío y limonado papá como dice mami- ¡Alimonado! JuanchiJuan lo corrigió . Había códigos nuevos, otros que yo no compartía Recibí mi beso frío, alimonado y pegajoso y otro simple, profundo que dejó una marca de fuego en mi mejilla. Y los vi irse.Abrí mi cartera, saqué mi cartuchera azul y mi cuaderno de notas aún, faltaba hora y media para pasar por lo de Tony. Era tiempo y momento para hacer un mandala,Reunión 10Fui la primera en llegar. Cabeza. Me sentía contenta. El día, si bien ventoso, lo sentía calmo, me encontraba cómoda, tranquila, Felipe me vio y levantó su mano en tanto inclinó su cabeza en un saludo gentil, respondí suavemente, es un soldado servicial de nuestra guardia pretoriana, siempre dispuesto a colaborar en las situaciones extras que le solicitamos. Recordé el día que a Ingrid le bajó la presión, llegó a desmayarse,fue poco tiempo después del incidente en su auto, cuando rompieron su vidrio y salió lastimada y muy asustada. Felipe corrió a buscar a Analía una joven médica, clienta y vecina quien contuvo la situación y ayudó a pasar ese mal momento…- Hola ¿Qué estás leyendo?- Hola no te vi llegar es un texto de Pirandello, mirá te leo “El drama, para mí, reside aquí, señor: enla convicción que tengo, de que cada uno de nosotros se cree “uno”, pero que no es cierto: es “tantos” señor, según las posibilidades de ser que existen en nosotros:“uno” con éste, ”uno” con aquél, diferentes entre sí”.- Hermosas palabras, sí lo conozco, Seis personajes en busca de un autor.- Sí.- Nosotras también somos seis, la vida es la que nos escribe los libretos…- Me dijo…- ¿Qué? ¿Quién?- Bueno tranquila no te defiendas así, me dijo Hele que te encontraste con Juan y su hijo.- Sí pero todo tranquilo, la vida sigue, el mocoso es muy lindo, tiene el corte de cara de Juan.- Entonces vos bien.- Sí, te cuento que me voy el fin de semana próximo con Pedro a Mendoza y nos quedamos hasta el martes. Dice que lo de él ya es un escuatro.- No entiendo.- Dice que estrés no le alcanza para definir su cansancio a esta altura del año.- Ah miralo, está gracioso, lo contagiaste con tus bufonadas. Te cuento que me llamó esta mañana y me cantó por teléfono “Tú que eres tan guapa y tan lista y tú que te mereces un príncipe un dentista tú... te quedas a mi lado y el mundo me parece más amable más humano menos raro y tú”....te vas conmigo a Mendoza. Decime que sí. Y le dije que sí porque me prometió que nos vamos a emborrachar. - ¿Eh?- Bueno, alguna noche, nada más.- Ah. NoviembreNoviembre comenzó dulce y al mismo tiempo amenazante. Es el anteúltimo mes del año. El clima suave suele envolver a la ligera vibración previa a las navidades y a las habituales despedidas de año. Aquella mañana un golpe seco me despertó. Miré el reloj con dificultad, un poco porque no lograba ubicar de dónde había provenido el sonido tosco y otro poco porque mis párpados estaban pegados, casi diría, sin intención de descorrerse para permitir el ingreso de las luces mundo. Finalmente percibí con mayor claridad, eran las seis… temprano, muy temprano. Me acomodé, sentí mi cuerpo acomodarse con la firme intención de conciliar el sueño. Del ruido molesto no volví a acordarme…¡Cuántas cosas estaban borradas dentro mío! Papá siempre me insistía que debía entender y cuidar a mamá, yo no sabía muy bien qué quería decirme …No podía recordar por qué una noche desperté en medio de los sonidos de truenos, luces de relámpagos y una lluvia muy densa, con mis manos atadas y sintiendo mucho frío. El vidrio de la ventana al romperse hizo un ruido que alertó a mi padre, casi al instante lo oí llegar, me desató, me envolvió con una manta y me abrazó. Vi sus lágrimas y oí su queja de dolor.- Mamá es buena, no sabe que esto te hace daño.- Papá me duelen las manos- Sí lo sé, pero ya pasó… todo va a estar bien.- ¡Mamá qué linda estás! Quiero que me abraces como lo hace papá.Ella escapaba, siempre escapaba.
- Hola, adelante…- Perdón por la llegada tarde.- ¿Cómo estás?- Bien Loretta, bah más o menos, sigo soñando con mi madre… a veces creo que sueño cosas que no pasaron, como el otro día que la vi junto a mí ayudándome con los deberes o acompanándome al colegio, la vi hablar con mi maestra como hacían las otras mamás. Pero creo que aún en el sueño se que no es lo que pasó.En muchos momentos pierdo la noción del tiempo, hay mucho de mi vida que está perdido en las tinieblas del olvido, creo que porque son escenas aterradoras que quisiera en una marcha hacia atrás modificar. Cómo desearía reescribir la historia y lograr que mis seres amados queden liberados de todo el sufrimiento causado por las experiencias traumáticas que la enfermedad de mi madre trajo . Si pudiera modificar pasado, seguramente el presente sería otro, mi vida con Juan sería otra…- El pasado, en cuanto a hechos vividos, no puede modificarse pero, si se pueden elaborar los acontecimientos, y darles un sentido, resignificar la historia. Escribí todo lo que recuerdes, aún aquello que te aparece como inconexo, escribilo como puedas, no es necesario que tenga una lógica permitite hacer una escritura automática, veremos qué sale.- Bueno y ahora te quiero contar algo más real… es decir de mi vida de ahora … Me encontré con mi vecino, el del edificio nuevo, el que te conté que veo desde mi casa y que me saluda cuando nos vemos de terraza a terraza. Lo encontré caminando por el parque, llevaba a su pequeña mascota, un bichón frisé blanco, una divinura… Me saludó y quedé atónita… Me preguntó si suelo ir a hacer caminatas , le dije que sí y agregó que si nos volvíamos a encontrarnos podríamos caminar juntos. Yo sonreí y me fui…- ¿Y entonces?- Nada… me gustó que me hablara, eso nada más…- ¿Nada más?- Yo estoy con Pedro.- ¿Estás con Pedro? ¿Cómo estás con Pedro?- Estoy.- Pero el vecino te llama la atención…- Sí, pero no sé nada de él.- ¿Y entonces?- Siempre me preguntás ¿y entonces?- No sé qué decirte…- Bueno cuando lo sepas tal vez quieras decirme. Interrumpimos hasta la próxima.
Y sin más había terminado mi tiempo, me fui pensando en Pedro, en mi vecino, en el pompón blanco de cuatro patas y en mi pequeña mascota de aguas vivas como llamo a mi fuentecilla con sonido romántico de minicatarata, regalo de Hele quien consideró que sería una buena compañía con menor exigencia que un perro, un gato o alguna planta… - No te preocupes si alguna vez suponés que no le vas a poder agregar agua, por olvido, viaje o porque te fastidia, sólo desenchufala y ya está, así la bomba no sufre por trabajar en seco.Recuerdo que me sentí pésima, casi una asesina, el desechufala me sonó a desconectale el pulmotor. Lo cierto es que la fuente siempre luce un nivel de agua adecuado y sólo si me voy de viaje y no está Virginia, sólo en ese caso, le doy vacaciones a mi pequeña catarata sonora.R11Caminaba lento, era temprano, aún faltaban diez minutos para las siete. Cuando atravesé la puerta de la confitería, la primera imagen fue la de una pareja de adolescentes que muy acaramelados se besaban apasionadamente, al pasar a su lado, tuve que correr una de las sillas sobre la cual reposaban dos libros y un cuaderno que, por su brillo y una pequeña etiqueta de precio, daba la sensación de no haber debutado con alguna anotación. Imaginé sus páginas blancas, una tras otra pasaron por mi cabeza, y en ese instante recordé aquel corazón que sellaba cada una de las hojas de mi viejo cuaderno de historia de tercer año con los nombres de Norberto y Annabella ¡Cuánto tiempo! ¿Qué habrá sido de la vida de aquel rubio con anteojos? La voz de uno de los mozos pidiendo un cortado mitad y mitad me trajo de vuelta.Me sentí parpadear Myrhian Hele y Donna ya estaban allí, no se percataron de mi presencia, cuando me aproximé vi unos pepinos sobre la gran mesa, como la llamamos cuando es doble, por lo regular Felipe la arma con anticipación (hasta nuestro camarero se había aprendido la grilla de nuestras reuniones).- ¿Y esto qué significa?- ¿No sabés lo que me pasó? (dijo Myrhiam, mientras vi a a Hele y a Donna reirse por lo bajo).- Hice un pedido al supermercado, tal como lo hago siempre, ¿vos sabés que compro por la computadora?- Sí, ¿y?- Bueno para hacer más rápido uní varios históricos, sabés que cada vez que encargás por Internet queda una copia y entonces se puede repetir la compra pero no me di cuenta de que las cantidades se sumaban, cuando llegó el pedido yo no estaba, de todos modos no hubiera podido hacer nada, pero vieras la cara que tenía la chica nueva que me ayuda en casa, Cecilia, debió pensar que estoy loca, me entregaron setenta y dos huevos, cinco kilos de banana, seis kilos de pepinos, cinco kilos de cebolla, cuatro kilos de lechuga criolla, treinta y seis rollos de cocina , casi cien de papel higiénico, ocho bandejas ce carne picada y seis kilos de para preparar milanesas… Si hay algo más así, en granel ya no me acuerdo. Cecilia haciendo gala de su modo respetuoso me dijo suavemente que no sabía cómo ubicar algunas cosas en la heladera. ¡Qué error cometí! No quiero que Ricardo lo sepa, va a pensar que no controlo lo que compro…- Lo cual es verdad ( le dije con tono seguro)- No te vistas de odiosa Annabella, bastante molesta estoy conmigo. Acá les traje para sentirme menos mortificada un regalito para ustedes, cada una de estas bolsas contiene un poco de las verduras que les nombré y seis huevos y por otro lado de lo no perecedero agregué algunos rollos de papeles porque no me alcanza el lugar de las alacenas para guardarlos, también armé bolsas para el encargado, mi cuñada, Felisa , mi vecina y Cecilia también se llevó algo.- ¿Y los pepinos? ( los señalé como preguntando ¿por qué estaban sobre la mesa?)- Bueno las chicas me estaban bromeando…con los huevos y los pepinos…- ¡Ah! Siempre graciosas y pensando lo mismo…- ¿Qué pasa? (dijo Ingrid que al momento de llegar vio la decoración original de nuestra mesa).Y la historia del super tuvo una segunda edición, en medio llegó Merin que afortunadamente sólo se perdió la introducción, con lo cual en pocos minutos las ENTRE6 estaríamos todas al tanto de los excesos de Myrhiam.Recordé cuánto me gustaba ir de compras con papá… Siempre le pedía que me hiciera papas fritas, él me las hacía de diversos tamaños y luego con un molde que tenía les daba formas distintas, circulares, triangulitos, nubes, bonetes, barcos…Cuando fui más grande me enseño a saborearlas a la provenzal y luego me hizo probar batatas fritas, una exquisitez…Recuerdo un día, tendría doce años, que lavando lechuga apareció metida en la planta una ranita, era muy chiquita, grité, salí corriendo, papá la tomó con su mano y a pesar de mis gritos pidiendo que la matara la llevó hasta el árbol de la vereda de nuestra casa y la dejó allí, recuerdo nítidamente sus patitas largas estiradas sobre el tronco, es una imagen que quedó muy grabada en la memoria- ¿Vos qué opinás? (Ingrid casi me gritó).- No sé perdón estaba recordando cuando hacía las compras con papá..- Bueno, eso, justamente, no crees vos también que ahora es una locura la cantidad de artículos que existen hoy día: yogures, mil, que bebible, que con cereales, que descremados… leches… que vitaminizadas, fortificadas, entera , descremada, en polvo… limpiadores … de todo … horno, vidrios, baño, cocina, es una locura cada producto de antes se abre en siete u ocho y en las familias cada uno tiene su gusto, que gaseosa cola, que aguas con gas, sin gas, saborizadas, con pocas sales, con muchas sales… una locura…- Sí, es verdad, cuando compro siempre Virginia me dice que hace falta algo que no compré, puede ser que sea eso que vos decís, no había tomado conciencia…Pasa con las jabones, cremas, pastas dentales, es verdad…- Los productos que en la actualidad entran a nuestras casa son muchos, cada día la franja para cada tipo se abre más y aparece los subtipos de cada cosa, a mí la compra por internet me ayuda, además entiendo que no es necesario elegir por ejemplo una cola o un paquete de harina… por ahí si hablamos tomates, manzanas, en fin eso ya es otra cosa. Se imaginan que esto que me pasó en esta última compra me va a servir de experiencia. Deberé estar más atenta frente a la computadora ya que el programa ofrece la posibilidad de borrar, disminuir o aumentar las cantidades.- Hablando de las computadoras, Yo estoy un poco preocupada por Francisco- (dijo Merin)- ¿Qué le pasa?- Está mucho tiempo en la computadora- ¿Y?- Yo no lo había advertido hasta que ayer me encontré en la fotocopiadora con la mamá de Salvador … y bueno empezamos a hablar, ella sorprendió a Doru chateando con una persona desconocida y el mocoso estaba dando datos personales y familiares, ella se puso loca y desconectó.Todas mirábamos con atención, el asunto era bastante delicado, Hele dijo que ella sabía que hay una serie de campañas para alertar sobre prácticas peligrosas en la red, justamente como el riesgo de los contactos con desconocidos, y obtención de datos, fotos, en fin… todo lo que podemos pensar y lo impensable tambiénLos consejos que se dan son: que los niños eviten publicar un exceso de datos personales y además que no se aventuren a abrir correos electrónicos de desconocidos.Quedamos en seguir hablando un poco más sobre esto en los próximos días pero intentamos concienciar que depende exclusivamente de nosotros, los adultos, cuidadores de los niños ordenar las vías para evitar contacto con desconocidos, entre los cuales pueden aparecer los inescrupulosos.No pude sustraerme de pensar en tía Eulalia, ahora que ella también andaba navegando por las aguas virtuales…Nos preparamos para “levantar la sesión”. Agradecimos a Myrhiam sus obsequios culinarios y la incitamos a volver a equivocarse. Hele hizo alusión en referencia a los espacios en las alacenas y placares que por lo general no nos alcanza.- Yo tengo poco lugar para guardar, me cuesta horrores tirar lo que ya no uso, porque pienso que en algún momento lo podría necesitar –dijo Myrhiam-- El fen yui nos enseña la necesidad de reciclar, mover las cosas, permitir que circulen, todo lo que permanece inalterable e inmóvil y no le damos aire es una energía muerta, absolutamente negativa. – agregó Hele con seguridad-- Mirá yo no sé si es una energía negativa, pero, se puede pensar que los seres humanos tenemos a veces modos retentivos de funcionamiento y a pesar de la inutilidad de ciertos objetos falla el discernimiento porque la angustia domina e impide que pueda realizarse el abandono de aquello que sabemos que no vamos a usar ni necesitar. Se vuelve tan intolerable la idea de desprendernos que conservamos in eternun muchas cosas de las cuales no tenemos conciencia-dijo Donna-- Sí , a mi me pasa, lo sé muy bien , objetos de mi madre, de papá de Juan, ¡son mis muertos!- Bueno Juan no es un muerto –dijo Myrhiam-- Para mí es un muerto que no está muerto.- ¡Ah! La complicaste – dijo Ingrid –- No, no es complicado Juan no murió , no está en un cementerio como mis padres, por suerte, estoy contenta que respire, que viva pero para mí es un muerto en mi vida. Se fue un día y todo cambió para mí. Me gusta recordarlo y repasar nuestros momentos de amor, hay mucho de él en mi casa. Hasta la casa está a nombre de los dos todavía.- Sobre ese tema te dije varias veces que habría que hacer algo – dijo Merin-- Por ahora no quiero, ni puedo.- No haría falta que lo veas, ni que hables- No estoy lista, ¿entendés?, ¡entienden?- Sí, por supuesto, ya llegará el momento – la miró a Hele- En mi casa aprendí a tirar porque desde que Franchu nació no sólo necesitó mucho lugar para su ropa sino que se acumularon juguetes en cantidad , fue así cómo comencé a donar y a descartar ,si no lo hacía hubiéramos tenido que dejar los chiches de mi hijo y nosotros mudarnos. En cuanto al estudio me pasa lo mismo, ¡cuánto se ha quejado el viejo Ismael! Siempre me hacía bromas al respecto.- - ¡Sra Mariana sus bolsas sufren de obesidad crónica! ¿de dónde saca tanto alimento ?- - Yo trabajo con papeles Ismael- Les digo que es un buen ejercicio para el desapego de las pertenencias, de todo lo mundano en este marco consumista de nuestro tiempo. Seleccionar y descartar ya no me resulta difícil.- A mí nada difícil, he tirado al tacho de la basura hasta cosas importantes por el afán de limpieza, recuerdo una vez que buscaba un reloj y un par de lentes para leer que en una urgencia había comprado en una farmacia, nada , no los podía encontrar , frente a la desesperación había desordenado todo , cansada , sin encontrar explicación alguna y habiendo perdido las esperanzas decidí irme a dormir pero como soy obsesiva con la limpieza ¿qué hice? –dijo ingrid -- ¡Fuiste a tirar la basura!- Bueno, no griten...sí ¡menos mal que la bolsa era transparente! Y eso que en general no me gustaban las bolsas finitas porque traigo una historia de enseñanzas de mi madre que todo tiene que ser bueno, grueso...- Grande, tiene razón tu vieja... lo de las medidas es importante – dijo Merin-Nos reimos. Nos saludamos y me fui cantando bajito, empezaba a llover…Con mi bolsa del Super en mano, llegué a mi casa. El teléfono sonaba…- Hola- Hola amor- Hola Pedro, ¿Qué hacemos?- ¿No sé qué querés hacer?- Acepto cualquier propuesta , menos ir al Supermercado..- ¿Qué?- Después te cuento.