jueves, 2 de abril de 2009

Abril (7ma parte)

Nota enlace: Me complace continuar la publicacion virtual de mi novela "Entre sabores y sinsabores". En el archivo que aparece a la izquierda de su pantalla se irá configurando el detalle de la estructura completa de la obra. Se sugiere al lector entrar a través de la etiqueta novela y seguir el orden cronológico que presenta el archivo
Abril
Al llegar al estudio, reconocí a Jimena, una amiga y colega de Merin. Habíamos sido presentados porque en una oportunidad pasé a buscar por casa de Merin un juego de collar y aros para ir a una fiesta de egresados; un amigo de Juan, Horacio acababa de recibirse de sociólogo, Jimena estaba en casa de Merin terminando unos escritos para una presentación ante el juzgado, allí hablamos mucho porque Merin, la desordenada, como empezamos a llamarla ese año no podía encontrar donde había guardado la caja de la bijouterie. No fue la única vez que nos vimos, en varias ocasiones hablamos y llegamos a conocernos un poco, compartimos, por otra parte,varios de los cumpleaños de mi ahijado. Ese día volví a verla, estaba con otra gente, todo el grupo subió a los ascensores del pasillo lateral, que son los más espaciosos. Creo que justo cuando las puertas del ascensor se cerraron Jimena me vio. No alcanzamos a saludarnos.Apenas llegué a la puerta toqué y entré, Franchu me esperaba en primera línea, lo vi sonreirme ,estaba de pie, tenía en sus manos un pequeño avión azul al que dirigía de izquierda a derecha y vuelta para el otro lado en forma ininterrumpida, reconocí en el juguete el capricho de mi ahijado y que Fabio, su padre le había satisfecho comprándoselo frente a mí, días antes en aquel encuentro casual. Más atrás sentados en la enorme mesa de reuniones del estudio de mi amiga, ella y un compañero muy concentrados en lo que hacían, no advirtieron mi llegada.
- Hola
- Hola tía, te estoy esperando, vamos a ir a los juegos…también me acordé que me dijiste…Siguió hablando, en parte no lo escuchaba pero estaba claro que tenía planes muy precisos y nutridos, comprendí que no era necesario seguir armando el día. Con Francisco estaba garantizada mi ocupación hasta que se durmiera.
- Hola , recién lo trajo el micro a Franchu y ya me estaba preguntando por vos.
- Bueno, acá estoy.
- Sí, te quiero presentar a Fidel.
- Mucho gusto.Extendí la mano y mentí, no tuve ningún gusto, hoy sé porque me sentí tan incómoda y como en falta con Fabio. Estaba molesta, quizás yo como Helena estaba más abierta, más intuitiva, percibí claramente que algo estaba pasando.- Francisco nos vemos mañana, hoy dormís con la tía, ella te lleva al cole porque Fidel y yo tenemos mucho que hacer.
- Francisco Asintió levemente.Tendría que hablar con Merín. Me sentía en la ¿obligación?, ¿necesidad? O ¿qué? Lo cierto es que no lo iba a dejar pasar. Al día siguiente hablaría con ella.
- Bueno, nos vamos, saludá a tu mamá y a Fidel. Merin nos acompañó hasta el ascensor, mientras besaba y abrazaba a su hijo nos dio las últimas instrucciones, yo me ocuparía de Franchu ese día y esa noche y lo llevaría al colegio a primera hora del día siguiente, Merin tenía mucho que hacer con Fidel Y yo sobre eso no tenía dudas.
- Gracias Anna, mañana hablamos.
- Sí, seguro, (la miré casi con un gesto de amenaza que Merin muy ocupada en medio de la
situación no llegó a decodificar) mañana hablamos.
Eran las diez y cuarto de la mañana cuando terminé mi segundo desayuno o colación abundante. El primero había sido más escueto y veloz, lo había hecho con Franchu, luego de llevarlo a su escuela como hacen las madres y madrinas, volví, volví a mi casa, a mis cosas, a ordenarme. Con Francisco se producía una bajada de telón en medio de las escenas de mi vida y todo quedaba en suspenso como el acróbata que salta de un trapecio a otro pero en el medio todo se congela.Tomé el teléfono, noté que empezaba a descongelarme. Si Merin no estaba en su casa, lo cual era probable, estaría en el estudio y si no estaría en alguna otra parte, sólo esperaba que allí donde estuviera, en cualquier lugar del mundo hubiese señal para que el celular tomara la llamada. Estos pensamientos ya empezaban a hacer buen efecto, lograban sacarme el entripado.
- Hola Merin, ¿dónde estás?
- En casa. ¿Todo bien?
- Sí todo bien, te llamo al otro teléfono.No estaba dispuesta a pagar con excedente una comunicación para hablar y preguntar, sobre un tema que además me jodía.
- Hola, ¿Qué pasa?
- Eso mismo digo yo ¿Qué está pasando con ese Fidel?
- Parecés mi vieja.
- No soy tu vieja, por eso te lo pregunto sin miramientos, posiblemente tu mamá lo haría con tono más indulgente.
- ¿Cómo lo supiste?
- ¡Con quién te crees que estás hablando! No hace falta ir a Harvard y tener una titulación de psicóloga en asuntos amorosos.
- Sí, no sé qué voy a hacer, estoy metida en una situación... ¿Cómo decirlo?
- No me pongas en medio, Fabio es mi amigo también, Franchu mi ahijado que hacés? Si no va la cosa con Fabio decíselo, no afirmás siempre que sos soltera y todo eso. Además siempre sostuviste que para vos no es viable la existencia de amantes.
- Sí, lo sé.
- ¿Entonces?
- Estoy muy confundida, no sé lo que me pasa.
- ¿Querés que nos encontremos?
- Sí, podés a las tres y media tendríamos más de una hora hasta que sale Franchu del cole.
- Puedo. Voy a cambiar la hora con Naomi.
- ¿Lo harías?
- Merin no me jodas más, te dije lo que te dije, nos vemos en el barcito de Sucre a las tres y media, chau.
No esperé que contestara, corté. Cuando llegué mi reloj estaba a punto de marcar las tres y diez, pensaba sentarme y trabajar algunos minutos y coordinar acciones para el día siguiente. Las llamadas con mi celular eran prioritarias antes de que quedara fuera de servicio por la dieta estricta a la que lo tenía sometido. Debía combinar para pasar por los dos talleres de costura nuevos que según me dijo el alma que los recomendó “son de lo mejor en cuero”, seguramente ya tendrían terminadas las muestras, pero me encontré que Merin, que ya estaba allí, jugando con una servilleta de papel a la que doblaba y desdoblaba. No dejó de hacerle una “cuasitortura” al absorbente papiro de color blanco con líneas azules hasta muy entrada la conversación.
- Dos cortados mitad y mitad.
- ¿Desean algo más, alguna media luna?
- Yo no.- Yo tampoco, agregué. Cuando el camarero se alejó la miré y retomé el diálogo
- Y entonces ¿qué es eso de que estás confundida?
- Mirá … Te lo digo. Estoy teniendo una aventura con Fidel.
- ¿Y cómo estás vos?
- Para la mierda.
- ¿Y?
- Llena de culpas, hecha pelota, sólo que no me puedo salir.La situación me resultó conocida aunque era bien distinta, pero tenía mucho de extraña y familiar lo que la hacía siniestra diría Donna.
- No te podés salir, entonces…
- No, no puedo pero tengo que terminarlo, sólo que por ahora no puedo. Abrí los ojos grandes, no supe qué decir.

Segundo sábado de abril, 19 hs, la cafetería, la misma, nosotras como siempre llegando una a una, cabeza, cuerpo, cola, la reunión igual y distinta.
- Hablemos de la infidelidad (dije un tanto disruptiva).
- Eh, ¿qué pasó? ¡Venís con toda la pólvora! (dijo Merin en buen tono y a los cuatro vientos).
- La infidelidad. ¿Por algo en particular? (dijo Helena).
- ¡Sí! Eso, por algo especial (dijo Ingrid haciendo buenas migas con Hele).
- Por el hecho particular de seis mujeres hablando de los diversos tipos de infidelidad (dije con cara de poca cosa, sabía que no se lo tragarían).
- Es por mí (dijo Merin y se hizo un silencio)
- Y entonces… (agregó Donna al mejor estilo de decir algo sin decir nada, una vez más mostró su hilacha de psicoanalista).
- Estoy, no sé bien como decirlo, enganchada, entusiasmada con un compañero con el cual estoy viéndome.
- Estás viéndote… ¿Y? ¿corre peligro tu pareja con Fabio por esta cuestión de que se están viendo?
- No lo sé Hele .Siento que ya no puedo guardarlo más contarlo me va a hacer bien ¿Y a quién más que a ustedes? Son las que están siempre a mi lado. Hace casi 10 años que estoy con Fabio y toda mi vida se ha convertido en una rutina, Fidel llegó con aires nuevos, mágicos, con su modo de ser, dulce y cariñoso. Ya no quiero vivir una vida tan aburrida.- Es un disfrute sin duda pero ¿cuánto puede durar? Es una felicidad artificial( Myrhiam).
- No, no lo creo Fidel es sincero conmigo.
- Yo creo que ser infiel es una c… , un gran error porque potencialmente es una situación que puede dañar . Creo que deberías aclararte y hablar con Fabio, no digo que hables lo de Fidel pero, sí que le hagas saber lo que te pasa. Las mentiras tienen patas cortas, todo se sabe con el tiempo, decía mi madre (dije con tono suave).
- Estoy confundida, sé que quiero a Fabio, es buen compañero, no quiero destruir a mi familia pero... estoy atrapada en esta fascinación que me provoca .- Estar fascinada es estar encantada, hechizada, ojo que en esas condiciones nosos dueña de vos misma (dijo Donna y las demás asentimos) te digo lo quepienso, sería bueno que tomes algunas sesiones extras y lo trabajes con tu analista y veas que vas a hacer … Porque estar para la mierda… Yo no veo eldisfrute, me parece un precio demasiado caro para salir de la rutina.Donna tuvo las palabras justas, sabía que ella no tomaría partido, nunca lo hacía, a veces conmigo podía darse algún cortocircuito por la cercanía que nos une, pero siempre es cuidadosa y trata de que cada persona vaya por el camino que se traza.
- Chicas paso a un tema más banal ¿Están consiguiendo carne? (dijo Hele). Me sorprendió la pregunta de Hele, ella consume poca carne, en verdad se la pasa haciendo promoción de los cereales, las frutas y las verduras…-
Qué raro que preguntes eso (dije con voz baja).- Sí, en verdad no es por mí Victoria, mi hija está preocupada porque si su marido no tiene un bife en el plato no come.
- ¡Ah, mirá le gusta la carne!
- Te digo en serio, es un problema, el muchacho casi no come otra cosa, no sé cómo andará con el ácido úrico.
- El carnicero de la vuelta de mi casa por el momento está vendiendo normalmente, te ofrezco ir juntas a comprar la mayor cantidad y que la guarde en el freezer.( dijo Myrhiam)
- Bueno, después combinamos…Miré a Donna y la vi pensativa…
- Eh, Donna ¿qué pasó, dónde estás? parecés una Annabella cualquiera muyvolada en tus pensamientos.
- Estaba pensando en Oscar, no anda nada bien cree que es su próstata…
- ¿Se hizo los estudios? ( preguntó Hele).
- Sí, tiene indicación de cirugía.
- ¿Y? (dije)
- Miren mucho más no sé, le avisé a Juan Pablo para que se ocupe, Creo que Oscar está muy solo.- Lo que pasa es que Juan Pablo nunca tuvo una buena relación con su padre a pesar de tus esfuerzos (dijo Hele con tono seguro).
- Sí, lo intenté… al principio yo no quería saber nada con él estaba tan dolida por su infidelidad… justo hoy sale este tema por segunda vez…( dijo Donna mirando a Merin). Donna, al principio deslumbrada con Oscar no vio algunos aspectos que comenzaron a salir a la luz en los primeros meses de casados. Oscar le pidió a Donna que dejara de trabajar, la idea de formar una familia robusteció la propuesta y, desde ese momento, la casa y por sobre todo la atención a Oscar fueron para mi amiga tareas prioritarias, prácticamente, únicas. Comenzó a construirse una pareja que más que tradicional tenía un tono machista, donde la separación de géneros fue trazada por una línea fuerte. Las llegadas a altas horas de la noche sin ninguna explicación, el maltrato emocional, intensificado en baja estima, un manejo del dinero con franca escatimación fueron los ejes centrales que minaron la relación hasta debilitarla en grado extremo. El punto máximo del cual Donna no quiso retroceder fue la decisión definitiva frente al descubrimiento de la cruel prueba de infidelidad. La existencia de una tercera persona fue el epílogo de una tormentosa relación donde ni siquiera el embarazo reciente de Donna impidió el curso de los acontecimientos.
- No te preocupes, es lo que es, se cruzaron los temas, si vuelve a salir es por algoyo no quisiera hacer nada malo para Fabio ( dijo Merin que me hizo volver al espacio compartido)Pero lo hacés Merin… ¿ Por que no te salís de tu pareja y después hacés lo que quieras? – dijo Donna
- Porque no me animo.
- ¡Ah qué bien! Y entonces Fabio ignora todo ¿Hasta cuándo? ¿Vos crees que él no se va a dar cuenta en cualquier momento? Además aunque vos te esfuerces por mantener a Francisco fuera de la situación, los hijos siempre contabilizan.- volvió a replicar Donna-
- Bueno chicas me voy… tengo mi cabeza como un gran zapallo… y además retumba (dijo Merin mientras se iba).

Llegó el cumple de Merin. La taurina, hizo el viernes una picada en su casa, Además de nosotras, incluídos Ricardo y Mauricio, estuvieron sus primas con sus maridos, Luisa, su suegra, Manuel, un amigo de Franchu que se quedaría a dormir esa noche y por supuesto Fabio. La noche estuvo buena, serena, agradable. Merin, contenta, todas la notamos mejor. Fabio estaba cariñoso, como solemos verlo
.- ¿Y vos solita? ( me dijo Fabio).
- Sí González Castro estoy solita.
- ¿Y el zar? ( me molestó que nuestras habladurías se propagaran fuera de los límites de las ENTRE6, el apelativo del zar es nuestro ¿porqué expandirlo? después pensé que cuando estaba con Juan compartía muchas de las bobadas que hablaba con mis amigas y nos reíamos).
- Estará en San Petersburgo.
- ¿Lo invitaste?- No.
- ¿Por qué?
- Lo quiero mantener, así, en privado, de esta manera estamos bien. Además vos sabés que yo no quiero armar nada serio y definitivo, tengo a mi tía, a mis amigas, a mis compadres (lo señalé ) y además a mi ahijado. e quedó mudo, me miró y me abrazó. Se hizo un silencio…
- Sabés te cuento un secreto en una hora va a venir un astrólogo y va a hacer unosjuegos, por supuesto con los que quieran, relacionados con los planetas y las estrellas, es mi regalo para Merin .
Una voz fuerte y muy bien modulada atrajo la atención de todos que estábamos allí, me quedé sorprendida, un personaje extraño, vestido con ropajes estrambóticos y con rostro a lo Modigliani, triste y muy alargado, con una clara expresión nostálgica se presentó y todo se detuvo: los intercambios en las conversaciones, alguna botella a punto de ser destapada, un saladito que quedó apresado entre los dedos.
- ¡Hola! Buenas Noches, no se sorprendan, no se dejen obnubilar por mi atavío,traigo en mis manos la luna y, si no he perdido alguno, todos los planetas meacompañan. Esta noche soy Myckel, el astrólogo, por favor les ruego escuchenbien la pronunciación de la “g” no confundir con la “c” repito astrólogo.Seguramente encontraremos por aquí al incansable Aries: Genial y dispuesto aseguir, tal vez por allí esté el terrenal tauro, hambriento, deseoso… o eldisociado Géminis : que busca lo que pierde… pero en fin hablemos en serio talvez contemos en esta reunión con el romántico y familiero cáncer. El personaje hablaba sin parar, todos se fueron acomodando, ocuparon las sillas y las posicionaron de tal modo que se conformó una pequeña sala teatral, las luces fueron apagadas, el ambiente quedó iluminado con una lámpara alta, cuya perilla de encendido y apagado permite además buscar la graduación luminosa necesaria, que en este caso era ínfima. La muchacha que acompañaba a Myckel, vestida con un atuendo circense y exageradamente maquillada, encendía velas por doquier y sahumerios, mientras jugaba con los fueguitos, nos repartía ordenadamente papeles y lápices. Así empezó una noche mágica, entretenida, lúdica, donde el sol, la luna, los ascendentes, los planetas tuvieron un lugar importante en la exposiciones de Myckel y en las preguntas que surgieron de todos nosotros. Donna, con una gran dosis de descreimiento al comienzo de la actividad astrológica, luego se enganchó tanto con las humoradas como con las lecturas serias que hizo nuestro astrólogo de turno. Lo más interesante resultó cuando hizo algunas elaboraciones en referencia a lo entrecruzamientos de los participantes de la fiesta, tanto interesó que muchos de nosotros, hasta Helena, estudiosa fiel y sabedora de los entretelones astrológicos, tuvo la idea de concertar un encuentro con Myckel para que hiciera una lectura de nuestro grupo ENTRE6. Donna, que no terminaba de entregarse, la miró con cara de pocos amigos.


CONTINUARA